- Pero ya nada sería igual por mucho que lo intentáramos - le dijo, acariciándole el pelo en la penumbra -. Si te fueras ahora lo complicarías todo. Tendría que seguirte de ciudad en ciudad. ¿No lo ves? Sería nuestro final sin haberlo intentado. ¡Todo por su culpa! No podía permitirlo.
Ella contestó con gritos sordos, mientras las lágrimas inundaban su mirada desesperada.
- Tranquila, ya no viviremos con la duda de qué hubiese ocurrido. Esta noche, al fin, podremos estar juntos.
Le dio un beso en la frente, la encerró en el maletero y arrancó el coche. La granja estaba cerca.
martes, 2 de diciembre de 2014
Obsesión
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5 comentarios:
Pero... muy muy cerca?
que tristeza que haya personas que confundan el amor con la posesion , hay que amar en libertad
Micaela: Lo suficientemente cerca como para no tarda mucho. Lo suficientemente lejos como para que nadie a oiga ni sepa que puede estar ahí.
Mercedes: Cuando el amor se confunde con enfermedad mental, es el momento de dejarlo estar.
Y SI SE LE OFRECE CUALQUIER ASIENTO INCLUÍDO EL DEL CONDUCTOR?.El maletero, ya lo dice la palabra es para las maletas. Suponiendo, claro, que estén de acuerdo en viajar juntos.
Como siempre ¡Una gran historia!.
Diría que ella no está del todo contenta con esta nueva aventura. Probablemente preferiría estar todo lo lejos que pudiese de la granja.
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