viernes, 26 de mayo de 2017

Cuento: Desesperando

Sólo le quedaba un cigarrillo arrugado. Seis centímetros de paciencia que, claramente, no iban a ser suficientes para aguantar otras seis horas en la cola del paro.

viernes, 19 de mayo de 2017

Cuento: Lo que pasa ante tus ojos

Sólo le quedaba un cigarrillo. Uno. El último de los cerca de doscientos mil que había tenido entre sus dedos durante los últimos veinticinco años. Doscientas mil ratos de cinco minutos repartidos entre pausas en el trabajo, risas con los amigos e instantes con ella. Eso sumaban un millón de minutos, lo que eran casi dos años. Dos años de humo y recuerdos solidificados en un souvenir en el pulmón. Dos años de vida. Eso era más de lo que le pronosticaban. Se guardó de nuevo su tótem en el bolsillo y, pasito a pasito, volvió a entrar en el hospital.

viernes, 12 de mayo de 2017

cuento: Regaliz

Sólo le quedaba un cigarrillo negro. Regaliz. Odiaba la regaliz. Seguía comprando aquellas cajetillas de sabores aleatorios porque a veces encontraba algunos de fresa y de melocotón. Aunque su preferido era el rarísimo de castaño. Le recordaba a las montañas, a la carretera y a viajar con ella. Ella, que siempre se fumaba los que él dejaba porque tirarlos le parecía un desperdicio, aunque odiaba fumar. Quizá por eso guardaba los sobrantes y, cada vez que llenaba una cajetilla, la dejaba sobre la lápida más negra del cementerio. La más negra que pudo pagar. Negra como la regaliz.

viernes, 5 de mayo de 2017

Cuento: Girar sin parar

Se asomó sola por la escotilla para ver amanecer. El mundo seguía a oscuras, excepto por algunos puntitos de luz salteados en la superficie. Como cada noche, los contó y los apuntó. India se mantenía en veintinueve. Rusia había pasado de quince a catorce, pero tampoco era una oscilación extraña. A veces los grupos se juntaban o se escondían. Arabia seguía dándole esperanzas. Las telarañas de Dubai y Riad permanecían tan luminosas como siempre y lamentó no poder preguntarles cómo lo conseguían.
Antes de que la luz del sol empezara a filtrarse por el horizonte, pudo ver Europa. Era descorazonador ver que, después de un año, seguía completamente muerta.