viernes, 16 de febrero de 2018

Cuento: Están en el desván

Ya recogerían la mesa mañana, se dijeron. ¿Quién iba a tocarla? Lo goblins se habían rendido. El nigromante había desaparecido. Incluso el dragón negro, el que tantos problemas les había dado, había huído a su guarida en la montaña. Además, recordaban perfectamente en qué punto del mapa estaban y cuántos puntos de vida les quedaban. Estaban tan convencidos de que la partida era suya que ni siquiera guardaron los dados cuando el medium los invocó.

miércoles, 14 de febrero de 2018

Cuento: Arqueología extrema

Ya recogerían la mesa mañana, se repetían agazapados bajo las sábanas. Lo devolverían todo a la cripta, se prometían. Al amanecer, aseguraban, en cuanto las sombras volviesen a sus rincones y dejasen de susurrar.

domingo, 11 de febrero de 2018

Cuento: La misión infinita

Ya recogerían la mesa mañana, cuando los zombies hubiesen vuelto a sus tumbas, cuando los trolls se hubiesen convertido en piedra, cuando los vampiros ardieran bajo la luz del día. Aunque el despertador los devolvía a sus tranquilas vidas diurnas de platos sucios, ropa por planchar y pañales por cambiar, una parte de su mente siempre estaba en la noche. Siempre atenta. Siempre diseñando estrategias. Siempre lista para luchar y enfrentarse a monstruos horripilantes y para salvar ciudades fantásticas de terribles amenazas armados sólo con libros, dados y toda imaginación que pudiesen conseguir.

sábado, 10 de febrero de 2018

Cuento: Londres, 1941

Ya recogerían la mesa mañana, se convencía su madre mientras, abrazados, corrían hacia el refugio con la sirena antiaérea retumbando en las calles vacías.

viernes, 9 de febrero de 2018

Cuento: Todo o nada

Pestañeó dos veces para decir que sí. Después otra más para decir que no. Tras eso el ángel se rascó la nariz, la oreja y el cuello y tiró un as. No tenía sentido. Todos los gestos estaban mal. El demonio sacó un triunfo, recogió la mano y me miró con lascivia. Miré su montón de fichas y después el nuestro, cada vez más pequeñito. Tragué saliva. Si en el siguiente juego también hacía falta mentir, lo íbamos a pasar muy mal.

viernes, 2 de febrero de 2018

Cuento: En la línea de tiro

Pestañeó dos veces para decir que sí, que estaba preparada, que tenía cogido al presidente y que, con tal de matarlo, no le importaba recibir ese balazo también.