jueves, 28 de junio de 2007

Haz un experimento

Hoy, cuando llegues a casa a las ocho y pico o las nueve, no cojas el ascensor y sube las escaleras. Cuando llegues al primer piso, párate un momento y huele. Siente el delicioso olorcillo a croquetas de bacalao recién hechas de esa vecina que te mira con cara de perro cuando os cruzáis en el portal.

Sube al segundo y vuelve a pararte para degustar el aroma del 'arroz de la mama' que se están calentando en el microondas los estudiantes que viven en la puerta de la izquierda y la salsa de tomate con especias del vecino raro de la puerta de la derecha.

Sigue subiendo y deténte de nuevo en el siguiente piso. Huele lo que sale por debajo de la puerta de esos vecinos rellenitos que, cuando coincidís en el ascensor, él siempre dice aquello de "300 kilos. Menos mal que sólo somos tres. Si estuviera aquí tu madre..." A lo que ella contesta entre ruborizada, dolida y cansada "Calla, Juan. Si es que no se te puede sacar de casa....". Entonces sonríes, se forma un tenso silencio y ellos se bajan con un hasta luego.

¿Lo has olido? Son pimientos asados... patatas fritas y.... chorizos. Como ella tiene familia en asturias, sabes que serán de los buenos.

Ahora es cuando llegas al descansillo entre pisos y vacías la nariz de olores para captar el más importante: el del vecino cocinero. Sí, ese que participó en un concurso de la tele y se lo cargaron en primera ronda. Qué injusticia. Con lo bonito que le había quedado el plato.

Vacía la mente y avanza escalón a escalón. Aspira aire con cuidado. Capta y clasifica aromas. Disfruta. Hoy va a cenar un maravilloso plato de ... pizza margarita. Qué decepción. Seguro que está buenísima, pero ante el recuerdo de aquellos canelones, aquel arroz de bogavante, aquella sepia en salsa verde... esto no tiene el mismo glamour.

Pues nada. Ha llegado el momento de subir al quinto y abrir la puerta de tu casa para descubrir que allí están haciendo... nada. Vives sólo y esa es una de las cosas que conlleva.

Quizá no sea mala idea pasar por casa del cocinero y preguntarle si tiene pizza para dos.

Ahora una pregunta: ¿cuál es tu especialidad en la cocina?

martes, 26 de junio de 2007

Definición de despistado

Persona que:

1. Yendo por la calle recuerda que debe hacer algo y, para no olvidarlo, decide apuntarlo en el dorso de la mano.

2. Al llegar a casa recuerda demasiado tarde que debía hacer ese algo. Para que no se le vaya de la cabeza de nuevo, escribe una nota en la agenda que le dice que debe hacer una pegatina amarilla con un recordatorio para ponerlo en un lugar visible. Además, modifica lo escrito en la mano para mirar la agenda cuando llegue el momento.

3. Antes de empezar a trabajar en su oficina, ve la mano, abre la agenda, escribe una orden en una de esas pegatinas y la mete en la agenda. Segunda modificación del recordatorio de la mano que, a estas alturas, está empezando a absorber la tinta y pronto será casi un tatuaje.

4. Entra en casa, realiza por instinto la acción que NO debía, mira la mano, suelta un taco, mira la agenda, coge la pegatina y la pega en un lugar tan visible que le impida hacer aquello que NO debe hacer sin obviar la nota amarilla.

5. Antes de cumplir el cometido de la nota imposible de no ver, la evitará, la olvidará y la ignorará al menos una o dos veces.

Creedme. Puede ocurrir. Y esto no es una media verdad.

lunes, 25 de junio de 2007

viernes, 22 de junio de 2007

Lo reconozco. Soy malo.

En uno de esos días de calor que están haciendo por aquí por levante en los que el sol pega al mediodía con fuerza y los termómetros, desbordados y confundidos, mienten diciendo que son las 33:75, me quedo, como peatón, parado en un semáforo viendo pasar los coches. Es una de tantas zonas de obras con sus obreros salidos, rayas amarillas, señales provisionales y baches. Justo frente a mí hay uno y, a mi izquierda, un cruce que separa los caminos de aquellos que quieren ir a la Copa América de los que quieren ir a cualquier sitio. ¿Dónde pensáis que está el bache? Pues os equivocáis. Está en la parte izquierda de la calzada, la que da a mi lado de la acera, la que conduce al puerto deportivo.

En eso, aparece un Maricarmen de los caros, nuevo, recién lavado y encerado que viene más rápido de lo que debería. Clanc, clanc, GGGG. Ha rascado el morro contra el asfalto. El coche frena un poco, comprueba que a pesar del ruído todo sigue en su sito y sigue su camino hacia los barquitos.

"Eso te pasa por ir demasiado rápido", pienso. Miro a mi derecha, para ver qué más viene: un VMB y un mAuri. Los dos nuevos, caros y relucientes, recién encerados. Los dos vienen demasiado rápido. Sé lo que va a ocurrir y me fijo en los morros y los conductores. Clanc, clanc, GGGG. Clanc, clanc, GGGG. El segundo lleva la ventanilla abierta, va hablando por teléfono y la cara de susto que se le queda al hombre no tiene nombre. Ambos frenan un momento, pero después siguen. La copa no espera.

Me descubrí sonriendo abiertamente. Sabía que me estaba riendo de la desgracia ajena, pero no pude evitarlo. Qué le vamos a hacer. Debo ser malo.

Seguí sonriendo mientras caminaba hacia casa pensando en cómo debía contar todo esto.

jueves, 21 de junio de 2007

Jorge dijo...

- ¿A qué huelen las cosas que no huelen?
- Esa pregunta está mal hecha. Debería ser...
- ... a qué huelen las cosas que no podemos oler.
- Sí. Es una de esas cosas que, probablemente, nunca lleguemos a saber.

domingo, 17 de junio de 2007

Sorpresa: cine de madrugada

¿Nunca os habéis encontrado levantándoos a las tantas de la madrugada desvelados, habéis pasado por delante de la televisión y os habéis preguntado hay algo interesante?

Pues eso es justo lo que me pasó anoche. Después de estar fotent el botonet un rato, de pasar de largo por concursos-estafa y teletiendas repetitivas, recordé por qué me gusta tanto el cine de madrugada. Volvió a mi memoria aquella primera vez que vi La vida de Brian en versión original subtitulada, Los caballeros de la mesa cuadrada, Sopa de ganso o muchas otras joyas, grandes y pequeñas, de eso que llaman cine. La 2, dentro de su espacio Cineclub, suele sacar algunas de esas gemas y, anoche, era el turno de una película llamada Interstate 60. Una de esas películas que con su voz en off te invitan a ver un rato más la pantalla. Y de ratito en ratito llegó la hora en que el sol sale.

Vale. Quizá la película no sea una obra maestra, ni siquiera un peliculón, pero está entretenida. Mucho, en realidad. Quizá sean los personajes, reales y absurdos a la vez, quizá sea otra cosa, pero esta road movie cuenta con un algo distinto. Quizá sea encontrarse a Gary Oldman de nuevo haciendo un papel decente o a Doc, el de Regreso al futuro, haciendo uno de esos personajes extraños que habla mucho, parece no decir nada, pero deja la semilla de ese otro algo que, en este caso, es el inicio de la historia: un viaje personal del protagonista en clave de humor y que va tocando esas discusiones de medianoche en las que se habla sobre lo que está mal en el mundo y eso otro que está, simplemente, raro.

Dicho esto, recuerdo: no es una gran película. Que nadie vaya a verla esperando encontrarse la quinta esencia del cine. Pero si quieres pasar un rato entretenido, esta es tu cinta.

miércoles, 13 de junio de 2007

Promesas (in)cumplidas

Hay dos personas agazapas en las sombras que me observan. Cada una de ellas sabe que la otra existe, pero están en lugares distintos y casi nunca se ven. Se esconden en los portales lo suficiente para que no se note que me siguen pero no lo bastante como para que yo no los vea. Saben que yo sé que me siguen. Quieren que lo sepa. Llevan haciéndolo años. Las dos esperan lo mismo: que les escriba una historia para poder ilustrarla.

Pero no hay presión. Los cutters, los lápices, los sacapuntas y demás quincalla que me va afeitando pelos de la cabeza al pasar volando junto a mi silueta y esos amables comentarios llenos de tierno odio y amoroso rencor por hacerles esperar no me afectan. Ni siquiera cuando se intensifican sus amenazas al enterarse que he acabado un cuento para otro.

Prometo que pronto tendrán lo que desean. Pero el tiempo es relativo, así que...

martes, 12 de junio de 2007

El tesoro escondido

Cuando la niña, siguiendo las pistas grabadas en la llave dorada, atravesó el laberinto y llegó al cofre, entendió que en realidad no necesitaba lo que allí se escondía. El auténtico tesoro eran las aventuras que había vivido y la gente que había conocido por el camino: eran los recuerdos que conservaba.

No lo dejó todo allí, sin embargo. Se llevó la llave, pues con ella podría volver a aquel lugar cuando quisiera.

-
¿Dejas un cuento como firma?
- Sí. Me parece un poco soso dejar el típico "felicidades, pásalo bien" a una niña de 8 años.
- Quizá no entienda lo que le estás diciendo hasta que sea más mayor.
- No hay que perder la esperanza.

viernes, 8 de junio de 2007

Requiem

Hoy quiero dedicar unos instantes a recordar a una persona que ya no está entre nosotros. Amigo fiel, bromista como pocos, solidario y trabajador cuando era necesario y, sobre todo, buena persona. Quizá no era muy agraciado físicamente, pero la belleza realmente importante es la que está en el interior de las personas.

Es difícil olvidarte, como lo es llenar el espacio que dejas a la hora de comer. Por eso, Jorge, si nos ves desde ahí arriba, contesta o envía un correo o algo, ¡que sólo te has ido a Alemania!

Y ahora, sigue disfrutando del viaje :P

martes, 5 de junio de 2007

Basado en hechos reales

D: Buenos días. ¿Qué desea?
P: Buenos días. Vengo a solicitar la incapacidad para trabajar.
D: ¿Qué razón alega?
P: Pues le traigo todos estos informes (dos cajas de cartón tamaño TV 25" de las de antes, llenas de papeles) en los que diversos médicos dicen que tengo una enfermedad incurable y que estoy en estado terminal. La verdad es que sabiendo que voy a morir dentro de poco, no me siento con fuerzas de trabajar.
D: Ya veo. ¿Conoce usted a alguien en las altas esferas o alguna persona influyente o famosa?
P: No. Me temo que no.
D: Y usted tampoco es fomoso, ¿verdad? Ya veo. Pues me temo que se la denegamos.
P: ¿Por qué? Ni siquiera ha leído los informes. Además, tenía entendido que el gobierno central destinaba el dinero para estas cosas.
D: Ya, pero es que luego eso está transferido al gobierno regional, ¿entiende? La verdad es que es una pena. Con lo bonito que lo estamos dejando todo para los barquitos de la copa americana, la fórmula 1, los edificios grandes esos de las ciencias y usted no podrá disfrutarlo...
P: ... [ ira creciendo ] [ comentarios irreproducibles] [ lágrimas a borbotones ]
D: ¡Pero hombre, anímese, que la vida son dos días y hay que disfrutar!
P: ... [ comentarios irreproducibles acompañados de insultos varios ]
D: ¡Ah! Casi lo olvido, mañana entra a trabajar otra vez. Siguiente.
P: ... [ más insultos ] [ se desentrañan las palabras juicio y abogado] [ comentarios irreproducibles]
P2: Buenos días...
D: ¿Usted otra vez usted? Ya le dije que el hecho que se le cayera a su marido el manual sobre riesgos laborales en la cabeza no es accidente laboral y en cuanto a lo de que le haya dejado tetrapléjico no sé si creermelo. Además, eso no es excusa para no trabajar...