Persona que:
1. Yendo por la calle recuerda que debe hacer algo y, para no olvidarlo, decide apuntarlo en el dorso de la mano.
2. Al llegar a casa recuerda demasiado tarde que debía hacer ese algo. Para que no se le vaya de la cabeza de nuevo, escribe una nota en la agenda que le dice que debe hacer una pegatina amarilla con un recordatorio para ponerlo en un lugar visible. Además, modifica lo escrito en la mano para mirar la agenda cuando llegue el momento.
3. Antes de empezar a trabajar en su oficina, ve la mano, abre la agenda, escribe una orden en una de esas pegatinas y la mete en la agenda. Segunda modificación del recordatorio de la mano que, a estas alturas, está empezando a absorber la tinta y pronto será casi un tatuaje.
4. Entra en casa, realiza por instinto la acción que NO debía, mira la mano, suelta un taco, mira la agenda, coge la pegatina y la pega en un lugar tan visible que le impida hacer aquello que NO debe hacer sin obviar la nota amarilla.
5. Antes de cumplir el cometido de la nota imposible de no ver, la evitará, la olvidará y la ignorará al menos una o dos veces.
Creedme. Puede ocurrir. Y esto no es una media verdad.
martes, 26 de junio de 2007
Definición de despistado
Estantería:
Cosas que pasan
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14 comentarios:
Tu y yo sabemos q en cuanto a despistado eso no me llega a la sauela del zapato.
La ultima es q perdi la cartera con toda la documentacion ayer (incluido dni) y de puro milagro me han dejado hacer el examen de oposiciones.
Más que despistado, desastre :)
Lo peor es cuando vas por la calle, te acuerdas de que tienes que hacer algo q no puedes olvidar y decides apuntartelo en la mano, pero... mi boli? dónde he dejado mi boli!!!???
Y luego llegas a casa y coges un boli, bien, ya puedes apuntarlo en la agenda, pero... y la agenda?? se habrá fugado con mi boli???
Entiendo, pues, que un despistado es una persona que recuerda aquello de lo que tiene que acordarse muchas más veces de lo normal pero nunca cuando necesita recordarlo.
Lo raro es que se acuerdo desde un principio que es lo que tenia que hacer.
Nimrod: Lo tuyo es de leyenda urbana.
Gatina: Eso me recuerda a una escena de Memento, cuando el protagonista sabe que va a olvidar algo importante y no encuentra nada con lo que apuntarlo en algún sitio. Qué angustia!
Airos: efectivamente, creo que el despistado es el que olvida las cosas en el momento preciso en que necesitaba recordarlo.
Fuertes: El que nunca ha sabido que debía hacerlo es otra cosa y nunca lo olvidará.
Por cierto, Nimrod, eso significa que ya eres libre?
A mí me pasa constantemente: la agenda es para mí un instrumento inútil. Si apunto cosas en la agenda que son importantes, las recuerdo siempre antes de mirarla. Si no lo son, necesito otra agenda para recordarme que he de mirar la agenda, y así recursivamente. Lo he intentado todo: papeles, post-it, PDAs, incluso el calendario de Yahoo y el chivato del móvil, pero nada. Eso sí, no me pidas que recuerde nada importante de aquí a media hora, que me acordaré durante sólo 29 minutos.
Me temo que Myrga y Deusto tienen un mal cliente conmigo.
A mí el chivato del móvil me funciona. Es lo único que me funciona. Presumo de tener buena memoria: hoy en casa de un compañero de trabajo, gorroneándole el tabaco a su compañera de piso, prometo llevarle un paquete mañana al claustro; al llegar a casa lo primero que hago es meter el paquete en el bolso para ella. Mañana cuando llegue al claustro... ¿me acordaré de dárselo? No, si no me pongo un chivato en el móvil...
Pero el chivato sólo sirve si vas a estar a una hora en un lugar. De lo contrario, sólo servirá para que lo recuerdes cuando no era el momento.
Otis, lo de la agenda es cuestión de método. Si te acostumbras a mirarla siempre, te servirá... para que te esclavice. Lo que tampoco es un gran consuelo.
Si escribes tareas en la agenda y las cumples, terminas siendo esclavo de tus deberes.
Tu verdadera libertad consiste en, ver las tareas pendientes y..... PASAR de ellas.
Cierto, como un templo. El problema es cuando son cosas que quieres recordar porque te apetece hacerlas y no te acuerdas.
Un placer verte por aquí de nuevo, Pegote (tú NUNCA estarás de pegote).
No tenía apuntado en la agenda entrar aquí, pero, ¡¡¡Que bonito es pasar de la agenda!!!
Saludos, y que las musa-arañas no te nublen el entendimiento.
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