lunes, 29 de junio de 2015

Los 10 finalistas de la VIII edición del concurso Relatos en Cadena

Ya están claros los diez cuentos que disputarán la final de la VIII edición del concurso Relatos en Cadena que tendrá lugar el próximo lunes 6 de Julio a las 18:00 y que podréis escuchar en directo en la Cadena Ser.

Han sido diez meses de cuentos, más de 20.000 en total. Se dice pronto. Los ganadores de cada semana están recopilados en la página de Escuela de Escritores. Para ahorraros el trabajo de ir buscando los diez finalistas mensuales que irán a esta final anual, incluyendo mi herencia peligrosa, los he recopilado para que podáis leerlos todos cómodamente. Antes de que preguntéis, no podéis votar en ningún sitio. El ganador será elegido por el jurado de Escuela de Escritores y de la Ventana.

Si conocéis el blog, página personal o cualquier otra web de alguno de los autores, indicádmelo y lo enlazaré. Sólo he puesto los que he encontrado y me encantaría poner todos los posibles.

NOTA para evitar malentendidos: Todos los cuentos son propiedad de sus autores, que se indica junto al título del mismo. Al lado también podéis ver el mes en que fueron finalistas.

Ahora ya podéis empezar a leer los diez relatos, decidir cuál os gusta más y contarlo en los comentarios.


La llamada - Manuel Nicolás Andreu - Septiembre

“Deberías airearte un poco”, recuerda que le decía ella y nunca le hacía caso. Ahora todas las noches cumple con aquella frase. Después de cenar sale a la calle. Camina con su leve cojera hacia la cabina de teléfonos más cercana, entra y cierra la puerta. El hombre marca el número de su casa mientras observa su decrépito reflejo en el cristal de la cabina por el que se deslizan pequeñas gotas de lluvia. Nervioso escucha el primer tono, el segundo y al quinto, como siempre, salta el contestador automático. Hoy parece que ella tiene la voz todavía más dulce que ayer.


Sombras - José Luis Rodríguez Munilla - Octubre

Esperó hasta dormirse y soñó con otra Navidad, la del año anterior, cuando había un nacimiento en el salón y salpicaban el árbol las luces de colores. Soñó, arrebujado bajo las mantas, con el calor antiguo de los dormitorios antes de que las sombras salieran de detrás de los cuadros y tomaran la casa. Lo despertó el canturreo lúgubre de ella en la habitación de al lado, una sombra acunando un cuerpo en la oscuridad. La llamó.
- Cariño, vuelve a la cama.
Y se acostaron los tres. El muñeco fue el primero en cerrar los ojos.


Reset - Javier Regalado Herrero - Noviembre

El muñeco fue el primero en cerrar los ojos, y acto seguido lo hizo el ventrílocuo, sin saber bien por qué. Contagiado, el público cerró los ojos, e inmediatamente el personal del teatro también. La gente que pasaba por la calle cerró los ojos y en un santiamén la ciudad entera lo hizo, y luego el país. En sólo unos segundos el insignificante gesto se había propagado por todo el mundo. Durante unos pocos minutos toda la humanidad, carente de vista, aspiró, sintió, saboreó y escuchó como nunca antes. El muñeco fue el primero en abrir los ojos, y todos le siguieron de nuevo, pero ya nada sería igual.


Emoticono parlante - Noemí Pérez Espino - Diciembre

El mensaje era claro, conciso, breve y letal: no insistas, decía, seguido de un emoticono con un corazón.
―Vero, yo flipo, no entiendo su rollo.
―Ya tía, igual es que le va este juego.
―¿Qué juego? ¿No insistas y un corazón? eso qué significa? No entiendo estos whatsapp absurdos que, además, nunca, nunca me dice a la cara, es como si el whatsapp de las narices lo transformara en un emoticono parlante. Yo quiero una relación normal, hablar, mirarle a los ojos, humano, tía, humano.
―Mándale el emoticono ese del huevo frito, ese confunde mogollón.
―¿Sí? Este se va a enterar de lo que vale un peine.


Hola - Eva Clemente Laboreo - Enero

Inmediatamente pedí que cerraran la tapa del ataúd. Y así hasta ahora. Usted es el primero que la abre.


Sin red - José Manuel Dorrego Sáenz -  Febrero

No creo que pueda pedirse mucho más para ser un lunes por la tarde, casi media entrada, piensa Ivana mientras realiza un triple mortal. Ivana ama a Igor, su compañero de trapecio, pero Igor ama a Nadia, la domadora. Nadia ama a Pepone, el payaso triste, quien a su vez ama a Boris, el Forzudo. Pero Boris solo piensa en Yoko, el contorsionista chino, que está casado con Ivana, la misma que piensa que media entrada está bien para ser un lunes por la tarde. Y lo piensa justo ahora, en mitad del triple mortal, cuando todo apunta a que le faltarán, al menos, un par de centímetros para alcanzar la barra del trapecio.


La costumbre - Nacho Artacho Lara - Marzo

Todo estaba dibujado en la pequeña libreta gris que llevaba en el bolsillo de su pantalón: los primeros garabatos intrascendentes; los avances prometedores que llevarían a laboratorios de medio mundo a disputarse sus servicios; aquellos insoportables castillos de ecuaciones que le consumieron las noches y el matrimonio; la hermosísima serie de bocetos de virus y bacterias merecedora de figurar en el catálogo de cualquier pinacoteca. Y, por fin, el hallazgo formidable, la cifra y la fórmula que -de demostrarse- supondrían el fin de la enfermedad. Todo estaba en aquella libreta que siempre llevaba en el bolsillo del pantalón y que ahora golpeaba rítmicamente contra el cristal a cada vuelta del tambor de la lavadora.


Autoconvencimiento - David Garduño Navarro - Abril

Procuraba no perder, sujetándole las nalgas con firmeza, la intención de seguir siendo sólo amigos.


Una herencia peligrosa - Pepe Fuertes Tarazona - Mayo

- ¿Y las azules, las del abuelo? - preguntó Marius sacando dos varitas del arcón.
- ¿Funcionan? – le contestó su madre sin mirar.
El niño las examinó despacio. Una era celeste con un remate blanco en la punta. Tipo Merlín, sin duda. Conjuros de transformación. Hizo una filigrana y un chorro de chispas salió disparado, impactó sobre una tela y la convirtió en hierro.
La segunda era muy oscura. De Nigromancia. Hizo un movimiento y un humo negro y espeso serpenteó hasta alcanzar una mosca muerta, que empezó a frotarse las patitas.
- Sí. Las dos.
- Pues escóndelas aquí, rápido. La Inquisición no tardará en llegar.


Un día de mayo de 1615 - Chelo Sierra López - Junio

—La Inquisición no tardará en llegar —dijo alarmado por el estruendo de los cascos de los caballos, el chirrido de las ruedas de los carros y los gritos que se oían cada vez más cerca. Maldijo una y mil veces la locura de su hija, empecinada en hacer creer a todo el mundo que poseía la pócima de la inmortalidad, y se apresuró a abrir la tapa de una tinaja vacía de las que solía usar para almacenar el vino—. Rápido, aquí, escóndete.
Magdalena obedeció y permaneció quieta y callada hasta que, cuatrocientos años después, salió, sigilosa, a estirar las piernas.

EDITO: Añadidas las webs de Javier Regalado y Noemí Pérez.
EDITO 2: A petición de Chelo Sierra López he cambiado el enlace de su web.


3 comentarios:

noemi perez dijo...

Hola, muy interesante el post :) te conoceré el lunes, soy Noemi una de las finalistas, te paso el link a mi web www.dedosfilms.com
Hasta pronto!
Noemi

Chelo Sierra dijo...

Hola. Soy Chelo Sierra. Muy buena idea hacer esta recopilación y un placer compartir con vosotros la experiencia de la gran final de Relatos en Cadena. Nos vemos el lunes.

Oyros dijo...

Hola a las dos. Ya he añadido vuestras webs a la entrada, así como la de Javier Regalado :)

Va a ser un día emocionante. No sé cómo viviríais vuestras finales semanales y mensuales, las llamadas desde Escuela de Escritores, desde la Cadena Ser y la espera al teléfono antes de entrar en antena, pero yo acabé temblando las dos veces de pura emoción.

Bueno, nos conoceremos en directo lunes que viene a mediodía y hablaremos de todo - aunque podemos seguir hablando por aquí tanto como queráis.

Hasta pronto!