jueves, 4 de junio de 2015

3 Cuentos que empiezan con La Inquisición no tardará en llegar

Como ya he dicho hasta aburriros un par de veces, el relato que ganó la semana 29 de Relatos en cadena fue Una herencia peligrosa. De ese texto salieron los cuentos de la semana 30. Pero antes de saber que iba a ganar la final mensual de Mayo y que, por tanto, ya no podría participar durante lo que quedaba de año, ya había escrito tres cuentos más. Y no me los quería quedar para mí.

Para no hacéroslo más largo, os dejo los tres seguidos para que los leáis.


Escuchadme bien porque sólo lo diré una vez 

La Inquisición no tardará en llegar y vendrá acompañada de sus hermanas La Castigora y La Purificación. No creáis que tienen esos apodos por casualidad. Menos aún ese LA delante del nombre. ¿Recordáis el Agujero? Ellas lo limpiaron a sangre y fuego de alimañas como vosotras. No me miréis así. Es cierto. Podéis comprobarlo.
Pero no desesperéis. Tenéis una oportunidad, brujas: soltadme y yo hablaré con ellas. Ojo, es una oferta limitada. Cuando derriben esa puerta se acabarán las negociaciones. Llegarán armadas con sus uñas de acero, sus botes de laca y sus mecheros. Saben cómo usarlos y, lo más importante, no os tienen miedo.


El oráculo

La Inquisición no tardará en llegar con su teatro. Elegirán a unas cuantas mujeres a quienes acusar de brujería, conseguirán sus confesiones, las juzgarán y, al final, las "purificarán". Da igual si son culpables o no. El espectáculo habrá conseguido su objetivo: meter miedo en los que no están con ellos. Así entienden el poder.
Mientras tanto, los magos de verdad nos esconderemos y ayudaremos desde las sombras a las familias de esas desdichadas. Nada más. Aún no podemos derrotar la ignorancia. Porque si salimos a la luz, si iniciamos otra guerra, volveremos a perder y esta vez no podremos hacer que nos olviden.


Un espectáculo sin par

La Inquisición no tardará en llegar escoltada por la Reconcome y la Purificación. Saldrán al escenario montadas en sus tacones gigantes, desfilando con pericia para que todo el mundo pueda admirar su maquillaje imposible, sus peinados estrambóticos y sus vestidos brillantes.
A su señal, esa canción que todos conocen empezará a sonar. Interpretarán su coreografía, simulando ser las cantantes, y la multitud responderá haciéndoles los coros a pleno pulmón. Al apagarse la música desaparecerán lanzando besos en medio de una ovación.
Pero eso vendrá después. En el autobús del teatro aún son Paco, Arturo y Remigio: Reinas de fin de semana atrapadas en cuerpos de peón.

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Estos son los tres cuentos. ¿Os han gustado? ¿Alguno en particular? Pues espero vuestros comentarios y que, si os apetece, los compartáis. ¡Hasta pronto!

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