viernes, 3 de julio de 2015

Cuento: Procastinador profesional

- Mañana lo haré - contestó Juan con desgana sin levantarse de la hamaca que había improvisado.
- ¡Ya cantó mañana el niño! - dijo Jose Luis negando con la cabeza -. Llevas más de una semana diciendo lo mismo y nunca lo haces. Te sientas ahí todo el día y no das un palo al agua.
- Eso no es cierto - dijo sin mover un solo músculo -. Ya está todo en marcha. Simplemente, no queda nada urgente o importante por hacer. No hay prisa.
- ¡Pues hazme el informe económico de ventas del mes pasado, maldito cantamañanas!
- Mira a tu alrededor, Jose Luis - contestó Juan suavemente levantándose y cogiendo por los hombros al señor bajito y calvo que tenía delante y que trataba de parecer digno vestido con los restos de un traje de chaqueta que en otro momento había sido oscuro -. Estamos en una isla, solos y apartados de cualquier ruta marítima. Todos creen que estamos muertos. Gracias al estanque y al huerto que he plantado tenemos agua y comida en abundancia. ¿Para qué quieres ese informe? ¿A quién se lo piensas entregar?
- ¿Y si vienen a rescatarnos y nos lo piden? - preguntó desesperado, metiéndose algo en la boca -. ¿Qué les diremos?
- Ven, siéntate conmigo aquí a la sombra - contestó Juan quitándole con cuidado unas bayas de color sospechoso de las manos y tirándolas a un lado -. Sólo hay que decirles que mañana se lo entregamos. Estoy seguro de que lo comprenderán.

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Lola Piera me pidió un cuento que contuviese una sola palabra: cantamañanas. Pero claro, poner sólo ese adjetivo descalificativo es muy sencillo, así que se me ocurrió buscar la etimología. Sí, está en la segunda línea del relato. Curioso que una frase hecha acabe como una palabra, ¿verdad?

Y, por supuesto, el lunes pasarán cosas. Pero antes espero vuestros comentarios y vuestras palabras para nuevos cuentos


3 comentarios:

setreuf dijo...

Pero, ¿quedan islas desiertas.?
Los canta mañanas se crean sus propias islas, incluso en medio de una gran ciudad.
Me gusta

Micaela ela dijo...

Ese es un procastinador óptimo. Cuando sea mayor quiero ser como él.

Oyros dijo...

Setreuf: A base de pregonar la pereza, ya nadie les pide nada, porque saben que no les van a hacer caso. Supongo que a eso te refieres con que crean sus propias islas :)

Micaela: Suelen decir que los mejores administradores de sistemas son los que parece que no hacen nada, pero cuyos sistemas nunca se caen. La razón es simple. Han dedicado tiempo a prevenir problemas y ahora no tienen que enfrentarse a ellos. Yo también quiero eso de mayor :)