Él contaba lo sucedido:
- Pues ésta es mi tienda de cuadros - dice ella.
- Yo le pondría otro nombre - contesta él.
- ¿Cómo?
- Atención, porque ésto es un combo doble.
- Suéltalo - dice ella con escepticismo.
- Civitavecchia - afirma él.
- Civitavecchia, ¿por qué?
- Porque Civitavecchia es un pueblo italiano...
...y en un pueblo italiano vive nuestro amigo Marco!
Dedicado al hombre misterioso de gafas de sol con cristal transparente y tatuaje Rebelde.
7 comentarios:
Vivan los profesores que hacen las clases de teoría más amenas ¬_¬
Acabo de perderme... ¿quién ha hablado de un profesor?
Nada, nada! que ir a comprar una colonia es muy complicado y produce efectos secundarios: escuchar y leer cosas raras...
Parece que el amigo Oyros se dedica ahora a escuchar las conversaciones ajenas: que si en la calle, que si en un bar...
¡¡ Joder, qué oido más fino tienes !!
Y no sólo oir sino entender y saber filtrar de tooodo el murmullo que genera un bar.
Vaya vaya, hay que tener cuidado con Oyros, me va a dar miedo hablar cerca de él (o con él), ya que una vez también plasmó aquí mis palabras...
Hoy voy a conocer a Blanc!!que ilusión, jeje.
Curiosa asociación de ideas... cuadro-marco-pueblo italiano... en fin.
Si es que, Oyros, eso de que "en ocasiones escuchas conversaciones" es muy peligroso.
Curiosidad propia de gato, qué le vamos a hacer. Lo siento pero, si cuando habláis decís cosas interesantes, yo no tengo la culpa de recordar vuestras palabras :)
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