sábado, 14 de julio de 2007

¿La ley del más fuerte?

Si esto fuera un documental sobre animales rodado en alguna sabana, la narración podría ser:

"Un grupo de cuatro buitres vuelan en círculos por encima de los rebaños de gacelas en busca de una presa fácil y apetecible.

"Cuando dos individuos se alejan del grupo, los pajarracos ven su oportunidad y atacan. Pretenden arrebatarle algo, pero la gacela se resiste y acaba recibiendo picotazos de los cuatro buitres.

"Desde el suelo el cuadrúpedo grita, alguien en la manada percibe lo que está ocurriendo y avisa al resto del grupo. Al saberse en inferioridad y con el botín en sus garras emprenden una huída hacia donde sólo ellos saben. Mientras, en el suelo, la gacela queda semi inconsciente. Le cuesta respirar. Poco a poco va recuperándose. Cuando se levanta, tambaleante, se reincopora a la manada. Ha tenido suerte. Esta vez sobrevivirá."

Pero esto no ocurrió en la sabana, sino en el paseo de una playa de Valencia y no involucró a buitres y gacelas, sino a personas. ¿El ojetivo de los pajarracos? Os lo podéis imaginar: un bolso con identificaciones, tarjetas, dinero y unas gafas de ver. No sé para qué querían ésto último. Su método de huída, un coche rojo que les estaba esperando. La víctima, un amigo al que, más que los puñetazos y las patadas por no ceder al instante a sus pretensiones o el robo en sí mismo, le dolió la impotencia ante los hechos y la indefensión ante semejante escoria.

Ellos creen que se rigen por la ley del más fuerte, pero en realidad sólo son secreciones purulentas de la sociedad.

Va por tí, Kero.

7 comentarios:

Kekosikas/ Demuxoscolores dijo...

Es patético...
Yo ví algo parecido aqui en Valencia. El "buitre" llevaba una moto y estaba disimulando, haciendo como que iba a arrancar, a la espera de que una víctima pasara para llevarse lo que tuviera en las manos.
La pobre resultó ser una mujercica mayor con bolsas de la compra. (Hace falta ser imbécil para robar eso, encima!!) El tiparraco no se llevo nada, porque las bolsas acabaron rotas por el suelo. Pero la pobre mujer se llevo un buen susto y unos cuantos arañazos en las piernas de la caída...
Por desgracia son escenas que se repiten. Nunca nos libraremos de este tipo de gentuza...

Oyros dijo...

Lo peor es cuando quien lo hace es gente con pasta. De una persona sin recursos que necesita el dinero por una razón u otra, te fastidia, pero puedes aceptarlo en mayor o menor medida.

Cuando lo hace alguien que tiene el dinero suficiente para pagarse ropa cara, un gimnasio y un Audi A3, piensas que lo hace por deporte o por aburrimiento. Entonces te repatea las cosas esas que cuelgan peludas.

Si fue por drogas, ojalá les hayan vendido sustancias adulteradas y hayan acabado en el hospital por eso o por sobredosis.

Anónimo dijo...

Hola mr. oyros. Muchas grácias por tus palabras. Aún y esto seguiremos dando guerra y espero qeu pronto podamos volver a intentar una noche de locos informaticos (se invita también a la señorita de ojos claros del comentario de arriba, que he estado en su blog :)), y a las 10 de la mañana del sabado nos podamos tomar un buen almuerzo por ahí todos, y reirnos de todo esto. Que carai, que no me hicieron nada excepto un ojo morado y un dolor de estomago y mañana voy a que me renueven los carnets. !Esto hay que celebrarlo!
Una vez más, Gracias!!

Kekosikas/ Demuxoscolores dijo...

Hola Kero ¬..¬ Se nota que no me conoces! jeje Porque en un reunión de informáticos solo podría comer pipas!! XDDD
Un saludo!

Oyros dijo...

Kero, gracias a tí por venir y por leerte de mucho mejor humor. Sigue así, campeón.

PD: el almuerzo en la Vella no, por favor, que acabamos comiendo patatas fritas seguro y, probablemente, no sean del día :P

Ti. dijo...

bueno pasaba por aquí y me decidí adejar un comentario... que España es igual que acá en latinoamerica y en el resto del mundo.
buitres en las calles, el las aceras, enlos bueses. Rapacez y feroces. unos usan la fuerza otros la rapidés.
espero tu amigo se le pase pronto el morado y el golpe en la panza.
besos desde la mitad del mundo

Diegus dijo...

Quizá se deba a que irradio un aura de buen rollo innata, o a que mis amigos son, generalmente, de más de 1.90, pero estas cosas no me suelen pasar. Pasan a amigos, a amigos de amigos, y ni mis amigos de 1.90 ni yo estamos ahí en el momento oportuno. Sólo espero que todo esos que confían en su fuerza para articular su vida encuentren pronto a alguien más fuerte que ellos. Heces de mono...