Sigo observando mi trocito de cielo buscando esa belleza de la que habla el Señor, pero no la encuentro. Sólo veo nubes blancas en medio de un océano infinito de nubes blancas. Ni siquiera hay alguna gris que cambie un poco el paisaje. Es perfectamente uniforme. Perfectamente monótono. Perfectamente aburrido.
Observo esta perfección mientras escucho una lira y comprendo a Lucifer. Dicen que se ha montado una sucursal bajo tierra con todo tipo de atracciones turísticas y que ha montado nueve áreas temáticas diferentes. Nueve. Tiene que ser un espectáculo.
No sé, quizá me deje caer. No puede ser tan malo como cuentan.
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Como sabéis, me gusta juguetear con historias ya conocidas y cambiar el punto de vista. En este caso quizá no sea tan inocente y angelical como pueda parecer a priori.
Y vosotros, ¿qué haríais? ¿Os quedaríais arriba o iríais a la sucursal a ver qué se cuece? ¿Qué creéis que hará nuestro protagonista?
EDIT: Si queréis más información, este otro cuento habla del emprendedor que creó la sucursal.
viernes, 13 de enero de 2017
Cuento: Cambio de aires
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3 comentarios:
Yo creo que se dejará caer por la sucursal 😆
Pero seria viaje de ida y vuelta o se quedaria para siempre en la Sucursal?
A ser posible de ida y vuelta. Ten en cuenta que el firmamento estrellado es magnífico.
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