Como sombras disipadas por un nuevo amanecer sabiendo que este plato de nombre rimbombante tiene todos los números para hacer historia. Porque además de tener un sabor espectacularmente delicioso, te traslada a una región de Francia muy específica, a los años dulces que viví con Adele.
De repente caigo en la cuenta. La única Adele que conozco es la esposa del crítico Francois Dupont, al que nadie ha visto desde que escribió sobre este restaurante, y no la conozco tan bien.
Miro al camarero y sé que sabe que lo sé. Debo huir, aunque sé que es inútil. Ya me ha sentenciado a formar parte del menú.
---
Uno de esos cuentos de cien palabras que, seguramente, quedaría mejor con cincuenta más. ¿Qué os parece? ¿Lo hago más largo? ¿Queréis más detalle de este restaurante?
viernes, 22 de enero de 2016
Cuento: El plato crítico
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
practica el canibalisme?
practica el canibalisme?
Me apunto a quedar atrapada entre esos fogones.
Sólo usan los mejores ingredientes y, si eso incluye a los clientes... creo que yo prefiero no ir a ese sitio :P
Publicar un comentario