viernes, 2 de octubre de 2015

Cuento: Última oportunidad. Otra vez

El bate, «¡Eso, bate!», se le resbalaba de las manos pringosas. Perfecto. Sufría amnesia, anomia y estaba solo y cubierto de aceite en una sala de paredes de piedra casi vacía. Estaba ese gong gigante y esa luz en el techo, pero nada más. Ni puertas ni ventanas.
Transformó la impotencia en ira y ésta la canalizó hacia el disco metálico a través del bate con un golpe que acumulaba todas sus fuerzas. El sonido retumbó en los muros, los resquebrajó y le recordó por qué se había vuelto a meter allí. Mientras el aceite inundaba la sala a través de las grietas buscó el móvil. Tenía que enviar el mensaje que salvaría a Claudia.

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Adivinad. De nuevo un cuento de los enviados al concurso de Relatos en cadena, de nuevo con aquella frase tan complicada. Esta vez intenté darle una vuelta de tuerca y, después de muchas vueltas, quedó esto.

No sé si tiene sentido, pero en cien palabras y dos días no pude sacar más. Espero que os guste.

2 comentarios:

Micaela ela dijo...

Éste también me gusta más, pero mucho más, que el que ganó el mensual, que se pringaba con una hamburguesa.
Lo tiene todo y además, en mi opinión. la sintáctica es perfecta.
Aunque no hay mal que por bien no venga pues el que pasó a la finalísima, el del "ojo del camello", me da que es caballo ganador, así que una menos.

Oyros dijo...

Veremos qué ocurre. Gracias!