martes, 23 de octubre de 2007

Segunda oportunidad

Cuando salí del colegio con catorce años me despedí de un amigo el tiempo que tardaría en volver a verlo. La última broma que nos gastamos fue no darnos las señas. Recuerdo mis palabras, 'eres un pesado, no te voy a dar mi teléfono'. Recuerdo sonreír mientras lo decía, pues sabía que era una broma, que más tarde tendría tiempo de darle una forma de mantener el contacto. Él tampoco me dio una dirección o un teléfono al que cogerme y así, un día, se acabó el colegio y desapareció de mi vida.

A lo largo de los últimos años esta imagen me ha perseguido, como una de las cosas más crueles que recuerdo haber hecho como niño. He buscado familiares suyos para decirles que por favor me dieran sus señas, pero, cuando lo intenté, no me supieron contestar. Así me quedé con el remordimiento.

Ayer, al bajar del autobús, un chico me abordó. Te llamas Tal, me preguntó. Sí, respondí sorprendido. Tal Taltal, insistió. Sí, volví a decir sorprendido. Entonces, de repente, la idea llegó: el amigo de la infancia. En el poco rato que hemos tenido hemos hablado de qué estamos haciendo y de lo que sebemos de la gente de clase. Ésta vez me ha dado sus señas. Las he guardado como oro en paño.

Por lo que sé, vamos a compartir línea de autobús. Lo veré más a menudo. Lamentablemente no me he disculpado. Aún.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Y supisteis que deciros? Eso si que es impresionante... y difícil...

Anónimo dijo...

Me alegro de que hayas tenido una segunda oportunidad, no siempre es posible.
A mi me pasó en el autobús con una prima segunda. ¿Qué haríamos sin la EMT?

Anónimo dijo...

Pues....de buenas a primeras, ir un poco mas seguros por las calles XDDDDDDDDD
LA verdad es q a veces van un poco como locos, personalmente prefiero como lugar deencuentro con viejos amigos , los trenes, en los q he tenido la oportunidad de recuperrar viejas amistades de la misma forma en q lo hizo Oyros esta vez.

gatina dijo...

Qué bueno es eso de re-encontrar viejos (y buenos) amigos!!!

A mi me ocurrió algo parecido. Sí que tenía una dirección y un teléfono, pero a lo largo de los años las cartas y las llamadas se separaban más en el tiempo. Un día, una carta llegó devuelta, y el teléfono siempre apagado (hum! le habrá pasado algo? de verdad se ha olvidado de darme sus nuevas señas?)
No pasaron muchas semanas y por casualidad, un mail, una llamada de número desconocido...mi amigo!!!

Las cosas buenas nunca se pierden pero no se puede dejar todo al azar, que como dice jorge, no siempre hay una segunda oportunidad.

Ah! y después de 7 años, nos hemos vuelto a ver.

Besos de gata, gemelo.

Oyros dijo...

Fanshawe: ¿Supimos que decirnos? Estuvimos hablando durante más de una hora, poniéndonos al día de las vidas de aquellos que fueron nuestros compañeros. Curiosamente, el miércoles nos volvimos a encontrar y empezamos a contarnos nuestra vidas. Veremos que toca en el siguiente encuentro.

Jorge y Nimrod: en mi caso no era la EMT sino la línea que une mi pueblo con la capital, pero en general el transporte público es lo que tiene, que puedes conocer gente :)

Gatina: Lo de los teléfonos en una agenda... tenngo dos o tres agendas que habrán cumplido entre once y quince años, pero como nunca me ha gustado llamar por teléfono para decir 'hola, soy Edu, feliz navidad', sino que necesito un MOTIVO, pues ahí se han quedado. No creo que la mayoría de teléfonos y direcciones aún sean correctas, la verdad. Si fueran correos electrónicos, los spamearía a todos sin temor :)

Ah! y me alegro mucho de vuestros reencuentros (con gente que querías reencontraros, claro, que si no...)