viernes, 16 de marzo de 2018

Cuento: A grandes cenas, historias desesperadas

Con los pies a remojo mientras pescaban y colocados convenientemente de espaldas al amanecer por su cena, los dos trolls, ya convertidos en piedra, se habían quedado sin saber el final de la historia.

1 comentario:

Micaela ela dijo...

Tendremos que imaginar el final, pues