viernes, 11 de noviembre de 2016

Cuento: Errores no forzados

Cuando se prendieron las cortinas de la cocina, el pequeño escondrijo de Jimmy “Metepatas” Smith ya era un pequeño infierno. No sé si llegó a despertarse antes de que el gas explotara. Tampoco me importa. Lo interesante es que la bola de fuego salió en las noticias y ahora todos nuestros chicos tienen claro el mensaje:
Si “por equivocación” llamas a la policía en mitad de un asunto y todo se va al traste, da igual lo que hagas o dónde huyas. Te encontraremos. Siempre tenemos una cálida despedida para un soplón. Nunca olvidamos a un traidor.


1 comentario:

Micaela ela dijo...

¡Carambas! Ya me cuidaré, ya.