viernes, 17 de junio de 2016

Cuento: La prueba irrefutable

En esa casa no vive Mizuki Tanaka sino su prima Kana que está casada con el hermano de Azuki, sobrino de Goro, que heredó el terreno del final del pueblo donde construyeron la mansión de los Otomo y el jardín donde cayó el rayo que mató a Gertrudis, la inglesa, porque le contó a Sakura que le pidió ketchup a Mizuki para el sushi cuando estuvo en su casa y ella se negó. Pero Sakura no la creyó y Gertrudis dijo que si no era verdad, que la partiera un rayo.
—¿Esa es tu prueba de que Mizuki es la asesina?
—Por supuesto, ¿quién si no?


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Quien no está en posesión de la verdad absoluta es por que no quiere. Sólo hace falta no pensar, no ser crítico con la información y dejarse llevar. El autoconvencimiento llega solo.

2 comentarios:

Micaela ela dijo...

Genial el cuento.
Que fue Mizuki cae por su propio peso.

Oyros dijo...

Antes las pruebas irrefutables poco se puede hacer :)