Cada vez que le hablaba del último sobre rechazado, Pedro encendía la grabadora con la esperanza de cazar un detalle nuevo. Un nombre, una referencia, una señal; cualquier cosa que le ayudara a situar el mapa sin nombres que aquel viejo chocho le había enseñado. Según él, indicaba el lugar donde estaba enterrado el botín de un famoso robo que presenció antes de jubilarse.
Poco sospechaba el joven cuidador que lo único que escondía aquel anciano era una dentadura de repuesto, un peluquín muy usado y una nota manuscrita, dándole las gracias por escuchar pacientemente las batallitas de un anciano que no se atrevió a coger el dinero.
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Hoy es el April fools', el día de los inocentes de los anglosajones un montón de gente. Interesante, ¿verdad?
viernes, 1 de abril de 2016
Cuento: El cartero que lo vio todo
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2 comentarios:
Jajajaja... "quien mucho abarca poco aprieta", dice el refrán.
Muy bueno.
O la avaricia rompe el saco porque no te deja ver el bosque.
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