domingo, 1 de abril de 2018

Cuento: Una decisión horrible y sencilla

Ya se las apañarían para pagar las facturas del viaje. Bastaba dinero. Le preocupaba la otra deuda que contraería con ellos: un favor. Un favor que, tarde o temprano, se cobrarían. Un día, quizá cuando los niños estuviesen en el colegio, se presentarían en su casa con una foto y una bala y tendría que encargarse. No podría negarse. El momento de los escrúpulos y de decir que no quería su ayuda era este, con su hijo en brazos, su marido malherido y las bombas lloviendo sobre la ciudad.

No hay comentarios: