Sólo le quedaba un cigarrillo arrugado. Seis centímetros de paciencia que, claramente, no iban a ser suficientes para aguantar otras seis horas en la cola del paro.
Demoledor!!
No le deseo a nadie verse en ese brete.
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2 comentarios:
Demoledor!!
No le deseo a nadie verse en ese brete.
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