Poco antes de que los domingos fueran amargos días de sumar derrotas ya me mirabais con preocupación. Yo os decía que estuvieseis tranquilos, que todo saldría bien, que fuésemos al estadio y disfrutáramos del partido a pesar de los fracasos y de mi calvicie acelerada. Al final, aunque jugamos bien, el equipo descendió y yo acabé anclado a esta máquina que me va marcando el ritmo.
Pero no os desaniméis. Este año viviremos momentazos juntos. Habrá derrotas amargas, remontadas angustiosas y victorias vibrantes. Muchas victorias. Ganaremos la liga. El Diablo me lo ha jurado.
---
Un cuento que no va sobre fútbol. O quizá también. No sé. Os dejo decidirlo.
4 comentarios:
Amb esperit valencianista, jajaja
Amb esperit valencianista, jajaja
¿Y por tu alma no te sacaría de esa escabrosa máquina?
Muy optimista , jajajaja
Publicar un comentario