viernes, 4 de marzo de 2016

Cuento: Una buena decisión

Vivir a lo grande de los bienes gananciales nunca fue el objetivo de Claudio. La quería como era, no por su dinero. Por eso le pegaba: para encauzarla. Por eso le gritaba: para corregir sus equivocaciones. Por eso cogió el cuchillo cuando ella quiso sobornarle para conseguir el divorcio.
Esperando la ambulancia repasa aquella última discusión: ella con el ojo morado, él con el puño ensangrentado; ella pidiéndole que, si aún la quiere, la deje marchar.
Le grita que eso es chantaje, levanta el cuchillo y la mira a los ojos. Sólo queda miedo. La ha perdido.
Destrozado, susurra “lo siento” y, para salvarla, salta por la ventana.

--

Ay, cuántos problemas nos ahorraríamos si los que deciden que van a matar y después suicidarse se parasen y pensaran un momento en las razones y las consecuencias de sus actos.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Molt oportú. M'agrada

Unknown dijo...

Molt oportú. M'agrada

Micaela ela dijo...

Me gusta tu compromiso social en tus relatos.
Ojala todos los maltratadores se suicidaran antes de matar.