... es que si alguien se ha dejado una ventanilla abierta que no se puede cerrar y tú te estás comiendo algo relleno de crema justo cuando el vehículo está pasando por una huerta recién abonada, el aroma que entra y tu imaginación pueden jugarte una mala pasada.
Dos cosas:
1. Sí, también te puedes helar de frío.
2. Si has pensado en mierda, no ha sido porque yo lo haya dicho.
lunes, 10 de diciembre de 2007
El problema de comer en el autobús...
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6 comentarios:
Pero qué mal, ¿no?
(Oye, y este del spam, ¿quién se ha creído que es?)
Podría haber sido peor. Podría haber habido un atasco frente al huerto y haber estado parados allí un rato mientras no podía tragar la crema o, minutos antes, haber pasado por debajo de un puente que olía a pipí... ¡vaya, si es lo que ha pasado! :P
( El del spam es la segunda vez que lo borro por poner el mismo mensaje. Será un robot. Es el precio que hay que pagar por no poner la autentificación de humanos )
mmmm qué recuerdos me trae ese olor...
Recuerdo cuando solía a las 14.30h de la facultad muerta de hambre y ese olor me pegaba un bofetón que me resucitaba enseguida...
Recomiendo este remedio casero (o huertero) para aquellos que quieran adelgazar sin pasar hambre...
...o sea que te ibas a comer un dulce, pero el ambiente olía a ¿chetos?
jejeje.
Haberte esperado un poco, hombre. Eso te pasa por fartón ;-)
El olor llegó cuando YA estaba comiendo y la crema era salada. Era queso (que no olía a chetos) :P
Cosas de ser de ciudad ciudad y de ir de pequeña al campo campo: cuando olía a plasta de vaca, decíamos encantados «¡Huele a campo!» y nos gustaba tanto ese olor como el de las chimeneas o el de los helechos... Ahora cuando vamos con mis hijas, que no son de ciudad ciudad, mi marido y yo decimos «¡Huele a campo!» y ellas «¡Huele a caca de vaca!». Ah, los olores, cómo cambian de generación en generación.
(Reconozco que el abono huele fatal, Oyros; para esos casos debe de ser para lo que han inventado los chetos ;-)).
Un beso.
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