domingo, 30 de octubre de 2016

Cuento: Soledad

Poco antes de que los domingos fueran amargos podía encontrarte cada sábado en esta curva, siempre sola, siempre helada, viendo pasar los coches con tus ojos empañados de tristeza y dolor. Yo paraba porque también veía esperanza. Te preguntaba de dónde venías, adónde ibas, tu historia, pero tú sólo hablabas de la curva.
Recuerdo aquella última noche, cuando decidiste responderme. Recuerdo tu sonrisa y tu rostro iluminado. Creí que la luz te perdonaba y me alegré. Después el camión y sus focos nos arrollaron y desapareciste.
Desde entonces te espero en esta curva maldita, anclado a este domingo lluvioso que se repite eternamente.
Sólo por si decides volver.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Me temo que eres el sustituto ...

Oyros dijo...

Sí, pero sólo temporal, hasta que ella vuelva o encuentre a alguien que me reemplace :)

Micaela ela dijo...

Creo que ella volverá. Cada cierto tiempo vuelve.

Oyros dijo...

¿Pero volverá para quedarse o sólo para recogerlo?