jueves, 31 de enero de 2008

Encargo

No sé muy bien cómo he llegado a este punto, pero alguien me ha enviado un correo pidiéndome que ponga aquí un relato suyo. Dice que "quiere que un público distinto al que tiene habitualmente le eche un vistazo". Me he sentido muy extraño cuando me ha pedido que se lo corrija. ¡Como si yo fuese un profesor o alguien que sabe mucho de narrativa! Casi no he tocado nada :P

En cualquier caso, hay cosas que hay que hacer por la familia. El remitente es mi primo, casi un hermano, responde al nombre de Fuertes y éste es su relato:


Roto

Se encontraban los dos en un banco sentados frente a frente.

- ¿Sabes qué? Se ha roto un pedazo de mi corazón.
- ¡Vaya! ¿Y cómo lo sabes?
- He sentido un golpe y lo he notado resquebrajarse.
- ¡Qué mala suerte! El mío sigue intacto, aún no lo he abierto, ni he pensado en hacerlo.
- No me lo creo, seguro que te han entrado ganas.
- Quizás, pero lo estoy guardando para más tarde.
- ¿Y de qué color es el tuyo?
- ¿Cómo va a ser? Pues rojo.
- El mío también. Qué envidia, ojalá el mío estuviese todavía entero. Me gustaba más así.

Se produce un incómodo silencio.

- Te veo triste. ¿Quieres mi corazón?
- ¿El tuyo? No sabes cuánto lo deseo. Pero entonces tú te quedarías sin el tuyo. Además, el mío está hecho pedazos.
- No te preocupes. Lo repararé. Sino, roto o no, lo querré igual.

Dicho esto, se intercambiaron las piruletas.

Podéis opinar :)

martes, 22 de enero de 2008

Lo que queda (en mi memoria) de 1998

Cuenta Fanshawe dónde estaba él en 1998, a raíz de un meme de Zemos98. Como soy un copiamonas y en el fondo estas cosas de recordar me parecen interesantes, antes de darme cuenta estaba pensando en 1998 y escribiendo lo que había sobrevivido.

1998… 1998… supongo que hablar sobre aquel año es una razón tan buena como cualquier otra para escribir.

En 1998, empecé el año en un instituto que se caía literalmente a pedazos y lo acabé en un barracón del que ya no salí hasta llegar a la universidad. Curiosamente, el instituto hecho polvo lo acabaron de reformar el verano que hice el selectivo, con lo cual no pude disfrutarlo.

Recuerdo las clases instituto, donde una profesora de informática que no tenía muy claro lo que estaba enseñando (o no tenía ganas de hacerlo mejor), pedía ayuda a los alumnos para instalar el programa de la renta y, cuando creía que no la veíamos, dejaba mensajes en foros pidiendo cambiar su plaza por otra en Madrid. De aquel año aún sobrevive uno de los profesores con quien mejor he "conectado" y que más me ha motivado para estudiar. Daba matemáticas.

Recuerdo las quedadas con los amigos para jugar a los dragones y a las mazmorras y al los simuladores de fútbol por ordenador. También al pobre Cyrix 133, obsoleto frente a los relucinetes Pentium 2 y AMD K6-2, que pedía un relevo que no tuvo hasta mucho tiempo después.

Recuerdo a la chica con la que si-estuve-pero-era-demasiado-niño-para-saber-de-qué-diablos-iba-aquello y con la que, tras una “pausa” que (me) sirvió para reflexionar, se convertiría en mi… bueno, la… la chica que me aguanta aún hoy :P

Era la época de saberse de memoria las alineaciones de los equipos de primera división de un par de países y picarse con los amigos a ver quién recordaba más, del trivial y de ir de campamento en un grupo de 20 personas que más tarde el tiempo y otras cosas se encargarían de separar.

De aquel año conservo el inicio de una historia que he empezado a escribir docenas de veces y que nunca he llegado a acabar. Quizá la próxima sea la buena…

Vida de un suicida: Día 3

Sigo eliminando métodos.

Hace un rato he subido a la terraza del edificio pensando en hacer una caída libre, pero alguien se me ha adelantado. Mi vecino de rellano, un tiparraco grandote y con cierto parecido a George Cloney, estaba sentado en la repisa, con los pies colgando y mirando al infinito. Viene a suicidarse porque dice que su vida da asco.

Todo el mundo sabe que los suicidos colectivos no es la forma adecuada de hacer las cosas. Él coincide conmigo en este aspecto. Así que, no sé muy bien como, hemos acabado en una competición por ver qué vida da más pena.

Ha estado reñido, pero creo que ha ganado él. Entonces he pasado al plan B: intentar convercerle de que no lo haga. Me ha mirado con cara de terror, me ha llamado traidor, mentiroso y luego ha saltado.

Hay gente a la que no le sale nada como él quiere. Éste es uno de ellos. Intentado caer de cabeza ha hecho un tirabuzón y una voltereta y ha caído de pie encima de su propio coche. Mientras escribo estas líneas, la ambulancia se lo lleva al hospital y or los gritos que da, parece bastante vivo.

Nota posterior: He ido a visitarlo al hospital. Me han dicho que probablemente sobrevivirá pero lo más seguro es que no vuelva a caminar. El juicio por intento de suicidio vendrá después.

viernes, 18 de enero de 2008

Vida de un suicida: Día 2

Las drogas no son buenas. Hace unos días probé una mezcla de sustacias más o menos legales. En tres horas lo vi TODO, incluída la UCI del hospital. No hay nada como un lavado de estómago para sentir que el mundo da asco.

Esta experiencia me lleva a una conclusión: no quiero pasar una resaca como ésta nunca más. Y esto me lleva a una reflexión: si hay un algo después de esta vida y me llevo algo para allá, podría ser una resaca que durara toda la eternidad. No quiero imaginármelo y no estoy dispuesto a arriesgarme.

Método descartado.

miércoles, 16 de enero de 2008

Vida de un suicida: Día 1

Descartada la horca. Si fallo, debe ser muy embarazoso explicar cómo se ha roto una de las vigas del comedor o por qué tiene una cuerda atada. Si acierto, no debe ser muy agradable verme colgado como un jamón.

Soy tonto. A pesar todo, he hecho la prueba en casa. La viga se ha roto. Ésto va a ser realmente embarazoso.

Apunte personal: Llamar al fumigador. Posible problema de terminas.

Imagenes que inspiran

He visto esta imagen en La cueva de la hiena peluda y me ha salido esto...


Hiena de dudoso pasado

Apareció entre la bruma, con los ojos ocultos tras la sombra de su capucha. Se quedó quieto, como una gárgola de roca, observándome. No le vi sus ojos, pero sé que me miraban. Cuando me alejé él siguió su camino.

Sin embargo, a pesar de los años que han pasado desde aquel encuentro, a pesar de no haber vuelto a ver esa capucha ni lo que ocultaba, siento que sus ojos aún me persiguen y me vigilan. Sé que nunca me perdonarán no haberlo saludado.

domingo, 6 de enero de 2008

Objetivo cumplido

No acabo de creérmelo, pero he acabado de escribir mi primer libro. Es cierto que sólo es una libreta de cuentos escritos a lápiz que le he dado a una ilustradora y a la que parece haberle gustado, pero yo estoy la mar de contento, pues he cumplido el plazo que me había marcado: entregarlo como regalo de Reyes.

¿Se publicará? ¿Se presentará a algún concurso? Eso sólo el tiempo lo dirá. Pero la alegría de haberlo acabado, no me la quita nadie.

Felices Fiestas!

sábado, 5 de enero de 2008

El piropo más raro que me han hecho

- Así, vestido de negro, pareces un acento... o una L. ¡Jo, qué tipografía más bonita eres!

Pero no ha acabado ahí, porque al ponerme el abrigo negro...

- ¡Ui! Ahora pareces un acento con negrita...

Calcetines de colores tiene esas cosas :P

Limpieza

Ayer hablé con la araña. Le pregunté por sus hijas y por su casa. Luego, por el trabajo. Me contestó que la familia bien, que la casa hacía tiempo que no podía dedicarle tiempo y que la comida le escaseaba. Le hablé entonces de la vida en el campo, al aire libre o en una cabaña, donde seguro que la comida iría mucho mejor.

Al final la convencí y esta mañana la he llevado a una casita que hay en las afueras. Nos hemos despedido mientras hacía a sus hijas buscar un lugar adecuado para instalarse.

Ahora sólo queda quitar un poco el polvo y esto ya estará decentillo para seguir.

Bienvenidos.